Pasitos de bebé hacia el gran éxito
El año nuevo ya está sobre nosotros y también lo está la oportunidad de un nuevo comienzo. La página en blanco del nuevo calendario aparece como el marco propicio para nuevos y bien intencionados hábitos y conductas. Mi año comenzará con lápiz y papel, escribiendo un listado de cosas específicas en las que me quiero enfocar durante el año 2017. Escribiré un listado de metas detalladas a corto plazo, relacionándolas con las metas definitivas a largo plazo. Delimitaré mis objetivos con un plazo amplio, permitiendo que la vida transcurra mientras yo sigo siendo un co-creador flexible, sin el estrés que provocan las expectativas desmedidas.
Ahora bien, lo que acabo de declarar es una lectura bastante común de muchas de las mejores prácticas de los libros de autoayuda y es habitual para muchas personas exitosas. La diferencia para mí, sin embargo, es mi lesión de médula espinal y el hecho de que mi cuerpo sea consistentemente inconstante. Esto es importante porque la constancia es la necesidad fundamental para crear, alcanzar y sostener una meta o un nuevo hábito de conducta. Entonces, ¿cómo alcanzaré mis metas?
Escribo mis metas
He compartido esto anteriormente en mi artículo “El poder de las intenciones escritas” en donde recordaba la primera vez que intencionalmente me comprometí a alcanzar una meta en mi vida.
Poco podía imaginarme que mi ejercicio juvenil de escribir mis sueños en una pizarra sería el primer paso de mi expresión, y que sería el hábito precursor que iba a delinear el resto de mi vida.
Intención de resultado positivo
Todo el proceso comienza en mi mente, donde reúno las distintas partes para lograr una imagen clara de lo que quiero. Reflexiono sobre mis experiencias pasadas, mi realidad actual y el futuro incierto. A veces no resulta fácil encontrar la claridad, porque tengo muchos sueños y aspiraciones y en ocasiones es arduo acotar mi foco de atención. Termino por último seleccionando cuidadosamente las metas por las que siento más pasión y que incluyen a las personas que amo y con las que deseo compartir mi tiempo. La parte más importante de mi proceso consciente en el poder de la intención de resultado positivo, lo que significa ser consciente de la calidad de mis pensamientos, la selección de las palabras que uso para expresar esos pensamientos y el propósito de las acciones que tomo.
Un ejemplo de mi selección de palabras: “No quiero enfermarme este año”. Recomendaría reformularla de la siguiente manera: “Mi cuerpo es fuerte y también lo es mi sistema inmunológico”.
Una intención positiva por escrito tiene reglas muy específicas:
Se escribe en pasado (si ya sucedió)
Se escribe utilizando todos términos positivos
De ser posible, debe ser escrita a mano, no por medios electrónicos
Esto identifica el resultado más excepcional que puedan imaginar
Es necesario poner énfasis en el modo en que ustedes y los demás se sienten acerca del resultado, y el impacto que pueden tener si logran su resultado positivo.
Se trata siempre de un borrador. Puede modificarse con el tiempo. Escriban varias versiones para ir acotándolas y haciendo aclaraciones, hasta llegar a la versión perfecta.
Pasitos de bebé
Suelo utilizar el atractivo término “pasitos de bebé” cuando trabajo para lograr una meta porque fue muy aplicable durante los primeros años de mi recuperación. Literalmente daba pasos de bebé por primera vez, en esta segunda etapa de mi vida. Cada aliento, cada atisbo de movimiento, o cada pequeña mejoría eran como los travesaños de una escalera; el único camino hacia la cima es trepar paso a paso hasta llegar a ella.
Compromiso y constancia
A medida que trepo mi proverbial escalera hacia mis metas, reconozco la importancia del recorrido. El proceso raramente es fluido, y las subidas y bajadas son parte del trayecto. La clave verdadera es el compromiso con el acto de trepar. Una vez que tomo la decisión y comienzo a trabajar, me mantengo enfocado. Llevar adelante esta especie de esfuerzo constante es parte de la fórmula que utilizo para llegar al éxito sostenido.
Sin embargo, citando a Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.* Por lo tanto, volver a evaluar y determinar mis metas a lo largo del recorrido es importante para lograr mi progreso continuado.
Reconocimiento
Como escribí anteriormente, todo se trata del recorrido, por lo que reconocer los matices a lo largo del trayecto (es decir, tomarse el tiempo para “oler las rosas”) es mi secreto. La vida está sucediendo a nuestro alrededor para nosotros, y es en cada momento que tenemos la oportunidad de elegir cómo pensamos y sentimos.
Al final de cada día me acuesto feliz sabiendo que elijo mis metas, y que éstas incluyen a personas que me brindan su apoyo y la búsqueda de la positividad. Todo lo que sea inferior a estos principios es simplemente una pérdida de tiempo.
-Aaron Baker | Especialista de Estilo de Vida con Lesión de Médula Espinal
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