Puede ser impactante ver el estoma de tu hijo por primera vez. Después de todo, ¡es una herida abierta en su cuerpo! Pero resulta importante reconocer que mientras tú estás mirando su estoma, tu hijo te está mirando a ti. La mayoría de las enfermeras y los médicos alientan a los padres a hablar con sus hijos acerca de su estoma de manera positiva y educativa. Se mencionan aquí algunas ideas que te ayudarán a estar preparado para ver el estoma de tu hijo y reaccionar positivamente:
Haz la tarea: Prepárate para ver el estoma de tu hijo aprendiendo acerca del estilo de vida después de una cirugía de ostomía. Mira imágenes de estomas saludables (especialmente los estomas recientemente creados; los videos en YouTube de personas recién operadas pueden ayudar con esto). Lee blogs de personas ostomizadas. Aprende cómo funcionará la anatomía de tu hijo, investiga las limitaciones que podrá tener y ten presente las razones por las que fue necesaria la cirugía de ostomía para tu hijo. Hacer la tarea antes de ver el estoma de tu hijo te permitirá tener tu propia reacción inicial en privado. Algunas personas sometidas a cirugía de ostomía sufren un “proceso de duelo” referido a los cambios en su anatomía. Aprender con tiempo acerca de los estomas te ayudará a comenzar este proceso con anticipación y podrás estar más preparado para el período post-cirugía. Así podrás ser un pilar de fortaleza para tu hijo cuando más te necesita.
Cuando veas el estoma de tu hijo: Intenta reaccionar positivamente. Recuerdo que mi enfermera miró el estoma y lo primero que dijo fue: “Oh, es un hermoso estoma. ¡El cirujano hizo un gran trabajo!”. Esto me hizo sentir orgullosa de ser la dueña de un “hermoso estoma”. Si puedes decir algo positivo a tu hijo, o si tu hijo puede ver el estoma como algo bueno, todo resultará mejor.
Continúa hablando: Ser capaz de recordarle a tu hijo y hablarle acerca de cómo el estoma ha sido un proceso para salvarle la vida o para mejorar su calidad de vida resulta muy útil. Puedes preguntar a tu hijo qué cosas quiere hacer al salir del hospital, y ten presente que será capaz de hacer todo lo que hacía antes de la cirugía de ostomía, y ¡posiblemente mucho más!
Alienta a tu hijo a aprender acerca de su nuevo estilo de vida: Brinda tu apoyo y aliéntalo cuando desee preguntar sobre su nuevo estilo de vida. Sigue las pautas que marque tu hijo en cuanto a cuánto quiere saber: si solo desea conocer lo mínimo necesario al comienzo, lo suficiente para saber que seguirá estando sano, limítate a esto; es posible que esté atravesando su proceso de duelo también. Pero aliéntalo amablemente a que se haga cargo de su propia salud, no dejes de brindarle información acerca de su condición. Esto lo ayudará a sentir el control y a estar mejor preparado para hablar con los médicos, adultos y pares acerca de su enfermedad y de la cirugía si desea hacerlo, y a estar mejor preparado para la vida adulta.
Sugiere ponerle un nombre al estoma: Muchos niños y adultos ponen nombre a su estoma para hacer las paces con la cirugía y su nueva “adición”. Esto permite al individuo separar el estoma de su propio ser. También le permite comunicar en público los temas referidos a su estoma. Muchas personas, por ejemplo, prefieren decir “Trixie está conversadora hoy”, en vez de decir: “Mi estoma hace ruidos y tengo muchos gases hoy” (¡Trixie es el nombre de mi estoma!). Es un código en el que tú y tu hijo son capaces de comunicarse. Si tu hijo prefiere hablar directamente de su estoma sin ponerle otro nombre, también es correcto.
Continúa tratando a tu hijo como a un niño que puede divertirse, explorar y llevar una vida normal. Recuerda a tu hijo que puede seguir realizando los deportes que le gustan, participar en actividades divertidas y llevar la vida típica de un niño de su edad después de una cirugía de ostomía.