Ayer me puse nuevas metas con mi terapeuta. Por primera vez desde que me convertí en madre, puedo asistir regularmente a mis sesiones. La parte de “ir” es la trampa, ya que mi terapia es a través de telemedicina. Empecé terapia varias veces, pero cada vez que me encuentro bien, la vida se vuelve caótica debido a una situación médica o de comportamiento, y termino faltando a las citas. Luego parece que me lleva varias semanas volver a retomar y, antes de darme cuenta, me encuentro en un círculo vicioso en el que finalmente puedo programar nuevamente mi terapia, hacer una sesión o dos y cancelar las siguientes sesiones, repitiendo el ciclo hasta que me rindo. ¿Qué tan efectiva es la terapia si es tan estresante organizarla?
Quiero y necesito mi terapia. A menudo encuentro que la ansiedad es mi copiloto, robándome el sueño y la paz mental. Tener una persona de confianza que me recuerde cómo volver a la calma cuando me estoy agotando, intercambiar ideas sobre las habilidades de afrontamiento y que sea además el receptor de un buen desahogo me cambia la vida. Había empezado terapia en varias ocasiones anteriores, solo para abandonar en cuanto la vida se me complicaba, por lo que tener al terapeuta en la pantalla de mi computadora o teléfono es la clave para seguir adelante. He examinado las distintas aplicaciones, pero nuestro seguro médico no ofrece esta opción y el pago de mi propio bolsillo no es sostenible a largo plazo.
No es casualidad que hacer algo necesario para mí, algo en lo que trabajar mis prioridades en la terapia, sea lo primero que se desvanezca cuando la vida se complica, y es exactamente por eso que es tan crucial para mí mantenerla. Algunos días, lo mejor que puedo hacer por mí misma es darles a mis hijos sus pantallas y tomarme 45 minutos para hablar con otro adulto, y la terapia mediante la telesalud lo está logrando. Tengo planificadas mis sesiones de terapia y, dado que mis hijos tienen opciones de telesalud para muchas de sus citas, es mucho más fácil para mí poder asistir a las consultas mientras hago malabares con todo lo demás.
Si bien muchas cosas con el nuevo coronavirus han sido difíciles e incluso simplemente horribles, los aspectos positivos están ahí y el acceso a la telesalud es importante para mi familia. Hemos aumentado la facilidad de acceso a la atención médica, reducido los gastos y hemos hecho todo esto en nuestra sala de estar. Estos son cambios que he solicitado durante años y espero que se puedan mantener. Aunque se necesitó una pandemia para que estas nuevas modalidades estuvieran completamente operativas, creo que la eficacia y la facilidad de uso los mantendrán en el futuro previsible, y estoy aquí para apoyar estas iniciativas.
