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Sillas de ruedas: No es la silla del abuelo (Parte 1 de 3)

por:Publicado23 de Septiembre de 2016Sin Comentarios
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Sillas de ruedas: No es la silla del abuelo (Parte 1 de 3)

Hoy en día somos afortunados de vivir en un mundo que ha superado la era del “una sola medida para todas las personas” en lo que se refiere a la tecnología de las sillas de ruedas. Hasta no hace mucho tiempo, cuando una persona recibía el alta del hospital era enviada a casa en una especie de carro destartalado, eran sillas de ruedas manuales fabricadas en acero pesado, plástico y/o cuero que debían ser empujadas por un cuidador, impidiendo además la independencia de la persona y aumentando su insegura sensación de discapacidad. En la actualidad, esos días han quedado atrás, porque las sillas de ruedas de diseño futurista están hoy al alcance de la mano. Estas nuevas sillas están fabricadas con las aleaciones y los compuestos más livianos del mercado, con una infinita variedad de accesorios específicos que permiten al usuario una experiencia altamente individualizada y personalizada. Aun para los cuadripléjicos de nivel alto, las opciones actuales de sillas de ruedas electrónicas son tan avanzadas como los modelos de la industria automotriz y en algunos casos superan la tecnología de los automóviles.

Mis sillas de ruedas

Llevaba tres meses de mi nueva vida como paciente cuadripléjico en recuperación, internado en un centro de rehabilitación, mi “carroza de pasillo” era un mamotreto revestido de acero, forrado en cuero, al que llamaba “El Trineo”. Con sus pesadas ruedas de plástico y los neumáticos de caucho sólido, la silla con estructura de acero parecía, en mi mente, más una carretilla más que una silla de ruedas. Por supuesto era una necesidad debido al nivel de mi lesión en ese momento, pero estaba lejos de ser funcional para mí y permitirme un uso independiente. Como parte de mi terapia física, mi primer intento de usar una silla de ruedas manual por mí mismo estuvo lejos de ser exitoso. Yo estaba, a regañadientes, atado de la cintura y el pecho, mis pies estaban sujetados a los apoyapiés, mis rodillas estaban unidas con Velcro y mis dedos pegados a la palma de mis manos con cinta para poder agarrarme. Demás está decir, no fui demasiado lejos…en total habré avanzado unos tres frustrantes pies. Una silla eléctrica motorizada era una opción mucho mejor para mis necesidades en ese momento.

sillas de ruedas

El calce adecuado

Como en la vida, los zapatos tienen que calzarnos bien antes de usarlos, y lo mismo sucede con el proceso de adaptación a la silla de ruedas.

Aún enojado con mi dramática situación en la vida como nuevo usuario lesionado en silla de ruedas, no me interesaba en absoluto el representante de la empresa de silla de ruedas ni la discusión acerca del proceso de mediciones específicas que realizaba, necesarias para adaptar la estructura de la silla a mi cuerpo. Inevitablemente tenía que valerse de las pocas respuestas que yo le daba, o ni siquiera le daba, por lo que sus mediciones y diseños eran muy básicos y generales. Lo que salió de todo eso fue “La Vagoneta” de las sillas de ruedas: un diseño aburrido de porte ancho que rodaba pero lo hacía de manera muy deficiente.

Mirando atrás, y conociendo ahora la importancia de la ubicación adecuada del cuerpo, la selección del almohadón y el equilibrio ergonómico, me hubiera gustado haber estado más involucrado en aquel proceso… me habría ahorrado un montón de dolores físicos, sufrimiento y gastos, todos causados por que la silla no tenía el tamaño ni el diseño adecuado.

mis sillas de ruedas

Sin embargo, hoy en día mis sillas de ruedas tienen la tecnología y el diseño más avanzados y si bien puedo caminar con bastón, suelo decir a la gente que uso mi silla de ruedas para ahorrar tiempo, energía y riesgos. Es mi vehículo exclusivo para trasladarme de modo rápido y seguro. Mis sillas actuales son livianas, ajustables y sofisticadas, construidas a partir de mis datos específicos, para satisfacer mis deseos y mis necesidades. Yo suelo usar tanto una silla manual para distancias cortas como la eléctrica para paseos más largos, o aventuras de todo el día.

Al venir del mundo del motociclismo profesional y al haber usado silla de ruedas durante los últimos diecisiete años, puedo apreciar una máquina bien diseñada y finamente calibrada, construida a partir del usuario para asistirlo en su esfuerzo. Una máquina se construye para llevar al hombre más arriba, más rápido, más adelante….y lo mismo sucede con la silla de ruedas.

Deseándoles buenas salud,

-Aaron

Parte 2 

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