Como creadora de un blog para mamás con necesidades especiales, estoy empapada del mundo de los blogs, y a menudo me encuentro leyendo publicaciones de otros padres que transitan caminos similares. Cuando puedo, comparto las publicaciones de otros blogs sobre necesidades especiales en mi página de Facebook. Recientemente di con esta publicación escrita por una mamá de un niño pequeño con necesidades especiales. Parece ser que, dado que el diagnóstico de su hijo no es evidente para los observadores casuales, las personas preguntan acerca de él utilizando una frase que lastima: “¿Qué tiene de malo el niño?”
Cuando publiqué la historia, algunos de mis sensatos amigos me preguntaron: “¿Qué es lo que debería decir?” Ellos reconocieron que los padres de niños con necesidades especiales pueden a menudo sentirse aislados, y no quieren hacer las cosas mal, causando mayor frustración. Para mí, que he estado involucrada en la comunidad de los discapacitados por muchos años, es algo evidente, pero antes de tener un hijo con necesidades especiales, no me hubiera sentido para nada cómoda de tener que hablar con estos niños o con sus padres.
¿Cómo actúan ustedes al hablar a las familias con necesidades especiales? Parte de lo que aquí expongo será subjetivo, ya que cada familia es diferente, pero hay algunas cosas que las personas pueden hacer para encontrar un camino intermedio cuando tienen que tratar con nuestros niños con necesidades especiales.
1 Háblele a mi hijo en vez de preguntar acerca de él. Imagine que repentinamente sufre un cambio en sus capacidades, ya sean físicas o cognitivas. ¿Cómo desearía ser tratado? ¿Le gustaría que las personas le preguntaran a sus familiares por usted, o preferirían que le hablen directamente? Tenga en cuenta, sin embargo, que algunas personas, especialmente dentro del espectro del autismo, no podrán interactuar muy bien, así que no debe tomarlo como algo personal.
2 Sonría. Cuando mi hijo tuvo cáncer, tuvimos una salida excepcional al zoológico cuando él estaba completamente pelado e hinchado a causa de los esteroides. Mi marido lo trasladaba en un carrito, y durante un rato yo caminé detrás de ellos. La mayoría de los transeúntes hacían gestos de dolor cuando veían a mi bebé, y eso me partía el alma. Una sonrisa permite llegar mucho más lejos, y cuando nos miran de ese modo es como si hubiera un doble arco iris cruzando el cielo, es algo totalmente mágico. Cuando alguien en público le sonríe a mi familia, mi espíritu se eleva, y esto derriba cualquier barrera.
3 Utilice una frase para romper el hielo. ¿El niño tiene lindos zapatos? ¿Una sonrisa ganadora? ¿Hay alguna forma de comenzar una conversación con un comentario positivo? Hay posibilidades de que, si le dicen al cuidador de un niño con necesidades especiales que “el niño tiene unos ojos muy dulces”, la persona se abrirá y la conversación fluirá naturalmente.
4 Sea específico. Si le gana la curiosidad y siente que desea saber qué discapacidad tiene el niño, entonces pregunte: “¿Cuál es su diagnóstico?” en lugar de “¿Qué tiene de malo el niño?”
Los padres de niños con discapacidad suelen ser vehementes embajadores, dispuestos a ayudar al mundo a comprender mejor a sus hijos. Sin embargo, a menudo están cansados, íntegramente agotados, tanto física, como mental, emocional y espiritualmente. Pero si usted puede ayudarnos a achicar la brecha, la mayoría de nosotros estaremos complacidos de iniciar una interacción agradable.
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