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Distribuir las responsabilidades del bienestar hogareño

por:Publicado9 de Marzo de 2020Sin Comentarios
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Durante el siglo pasado, los roles familiares en la sociedad han experimentado un cambio relacionado con el género. Para muchas generaciones pasadas de padres, un mayor porcentaje de las mujeres se quedaba en casa después del parto para el manejo tanto de los hijos como del hogar, mientras que sus parejas apoyaban económicamente a la familia. En algunas familias, ambos padres trabajaban; sin embargo, la expectativa seguía siendo que las mujeres volverían a casa y aún se ocuparían de todo lo relacionado con los niños. Bueno, es hora de alejarse de esa mentalidad e involucrar a nuestros seres queridos.

¿Cómo se puede hacer esto exactamente? Algunos de ustedes pueden haber acordado que uno de los padres se quedará en casa y el otro trabajará. En otros casos, ambos pueden estar trabajando. En cualquier situación, el objetivo es involucrar a ambos por igual en todos los detalles para que ninguno de ustedes tenga que decir: “Pregúntale a tu madre/padre” porque el otro no está al tanto de las cosas.

Les mostramos aquí algunas estrategias para involucrar a su pareja en una distribución más equitativa de las responsabilidades hogareñas, y para que ambos se sientan apreciados por igual.

Hacer un listado e ir tachando

Juntos, siéntense y hagan un listado de todas las responsabilidades que deben ser atendidas en su hogar y en cuanto a sus hijos. Por ejemplo: sacar la basura, cortar el césped, lavar la ropa, llevar a los niños al pediatra o a la terapia (por ejemplo, terapia ocupacional, psicoterapia, etc.). Bien, ahora evalúe la lista para ver si es real: ¿cuántos puntos son más idealistas que realistas? Descártelos. Ahora piense en las fortalezas de cada persona. ¿Es usted mejor manejando las tareas al aire libre, como jardinería, cortar el césped, sacar la basura, etc.? ¿Y su pareja es mejor para manejar cosas en el interior, como quitar el polvo, pasar la aspiradora, cocinar? Entonces habrán encontrado una manera uniforme de dividir las responsabilidades. Esto puede sonar pueril, pero trate de mantener la mayor equidad posible en la división de las tareas que realizará cada uno.

Rotar y cumplir turnos

¡Sí, ha oído bien! Turnarse. Túrnense en las tareas como comprar alimentos, llevar a los niños a visitas especializadas o tomarse un día libre para participar en una reunión escolar. De esta manera, ninguno de los dos será el que deba tomar siempre días libres en el trabajo ni será el único responsable de ciertas cosas del hogar. Por supuesto, existe la realidad, y es posible que uno de ustedes pueda manejar mejor ciertas cosas como visitas al médico o al hospital, por lo que puede convertirse en una de sus responsabilidades. Sin embargo, si hay puntos en su lista que no les gustan a ninguno de los dos, rote en estas tareas para que no siempre recaigan en los hombros del mismo miembro de la familia.

No se hizo a la perfección, pero se hizo

Parte de este proceso es dejar ir. Sí, dejar de tener el control de todo, a pesar de lo mucho que le moleste ser responsable de todo en el hogar o con los niños. Esto significa que debe dejar de lado el estándar al que se sujeta y cómo las cosas “deberían” y “deben” hacerse en su casa. Si uno de ustedes dobla los calcetines de una manera particular, entonces así estará bien. Si uno de ustedes tiene una rutina particular con su hijo y el otro padre lo hace de manera diferente, que así sea… Sin críticas, sin juicios, solo aprecio y validación del uno para el otro.

Dé las gracias y acéptelas

Sí, ¡agradezca y reconozca que su pareja, sus hijos o el terapeuta de su hijo le han agradecido! No dé las cosas por sentado. Significa mucho para mí cuando mi esposo me agradece por preparar la cena. ¡Es la responsabilidad que he asumido desde que nos casamos, pero su agradecimiento me hace sentir que aprecia el tiempo, el esfuerzo y la planificación necesarios para preparar la cena con 3 niños que me llaman cada cinco segundos!

Cuidar de su familia es un gran trabajo. Cuidar de su familia solo puede parecer imposible, así que si está en pareja, no intente hacerlo. Divida las responsabilidades, rote en las tareas, aprecie que se han ocupado de una tarea (incluso si no fue de la manera que usted lo habría hecho), dé y acepte las cuando se les ofrezcan. Siempre que sea posible, busquen refugio uno en el otro al final del día y traten de reírse de las cosas que no le salieron bien… bueno, ¡una sonrisa también lo hará!

Dr. Liz Matheis

 

La Dra. Liz Matheis es psicóloga clínica con licencia y psicóloga escolar certificada, especialista en niños con TDAH, ansiedad, autismo, trastornos del aprendizaje y problemas de conducta. También es madre de tres hijos, uno con necesidades especiales. Su práctica, Consultoría Psicológica y Educativa, se encuentra en Livingston, Nueva Jersey.

 

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