El término “generación sándwich” se refiere a adultos de mediana edad, que tienen entre 30 y 60 años, y que se encargan de cuidar a sus padres mayores y también de cuidar a sus propios hijos (y/o nietos) al mismo tiempo. En efecto, estos cuidadores se encuentran “atrapados” entre la obligación de cuidar a sus padres ancianos, que pueden estar enfermos, ser incapaces de realizar diversas tareas o necesitar ayuda económica, y sus hijos/nietos, que también necesitan ayuda económica, física y emocional.
Aproximadamente uno de cada diez padres forma parte de la generación sándwich. La combinación del aumento en la esperanza de vida y la planificación familiar (tener y criar hijos) a una edad más avanzada contribuyó al crecimiento del fenómeno de la generación sándwich. ¿Cuántos cuidados proporcionan? Según un estudio del Pew Research Center, además de su jornada laboral completa, los cuidadores de la generación sándwich dedican aproximadamente tres horas diarias cuidando a sus padres y niños.
Demografía de la Generación Sándwich
Las personas que forman parte de la generación sándwich suelen pertenecer a las siguientes categorías:
Generación Sándwich Tradicional (tres generaciones): Este término se refiere a los adultos que entre 40 y 50 años que se encuentran entre sus padres ancianos y sus hijos, ambos necesitados de ayuda económica o de otro tipo.
Generación Sándwich Club (cuatro generaciones): Este término se refiere a adultos de entre 50 y 60 años que se encuentran entre sus padres ancianos, sus hijos adultos y, posiblemente, sus nietos. Este término también puede referirse a adultos jóvenes de entre 30 y 40 años que tienen hijos pequeños, padres ancianos y abuelos envejecidos.
Generación Sándwich Abierta (solo cuidado de ancianos): Cualquier persona que no se dedique profesionalmente al cuidado de ancianos, lo que representa aproximadamente el 25% de las personas en algún momento de sus vidas.
Cargas Financieras de la Generación Sándwich
Un estudio del Pew Research Center estimó que aproximadamente uno de cada siete estadounidenses de entre 40 y 60 años proporciona ayuda económica simultáneamente a hijos/nietos y al menos a uno de sus padres. Con las presiones adicionales de gestionar sus carreras y sus hogares, ahorrar para su propia jubilación y afrontar problemas personales, las personas de la generación sándwich experimentan un estrés financiero y emocional significativo. En algunos casos, los cuidadores de la generación sándwich posponen su propia jubilación debido al estrés financiero.
Cada vez son más los hijos adultos que vuelven a casa a vivir con sus padres después de la universidad, o que lo hacen durante toda la etapa estudiantil, por lo que la carga financiera que supone el cuidado de los hijos se amplía. Hasta 2022, aproximadamente uno de cada seis adultos de 25 a 34 años reside con sus padres.
Sin embargo, para muchas personas de esta generación, el cuidado de los padres mayores es la carga más pesada. Las dificultades de manejarse en un sistema sanitario complejo, los gastos médicos, la vida compartida, la ayuda con las actividades cotidianas, la supervisión de los cuidados de pago, las consideraciones legales y otras preocupaciones suponen un costo económico, físico y emocional.
Consejos de Autocuidado para la Generación Sándwich
Para los cuidadores de la generación sándwich atrapados en el medio, es fácil sentirse abrumados por:
- Agotamiento del cuidador.
- Sentimientos de depresión, culpa y aislamiento.
- Dificultades para gestionar el trabajo, pasatiempos, relaciones y cuidado personal.
- El desafío psicológico de ser arrastrado en múltiples direcciones todos los días.
Si esto le resuena a usted o a un ser querido, no está solo. Puede ayudar a contrarrestarlo mediante:
Darse tiempo para relajarse a diario: Intente programar 30 minutos al día para hacer algo que lo relaje y rejuvenezca. Puede ser cualquier cosa, desde sentarse en el sofá a leer un libro hasta dar un paseo o ver un programa favorito. Si no es posible dedicar 30 minutos, comience con 5 minutos y siga a partir de allí. Tomarse 5 minutos para prepararse una taza de café o té por la mañana es una forma importante de cuidarse y dar prioridad a sus necesidades. Usted merece ser cuidado tanto como sus seres queridos.
Aceptar la ayuda ofrecida: Cuando amigos o familiares se ofrezcan a ayudar de alguna manera, acepte su oferta y deles algo fácil de hacer. Incluso una pequeña tarea puede aliviar su carga.
Encontrar el sentido: Es importante tener otras actividades a las que recurrir y que sean significativas para usted. Pruebe meditar, unirse a un club, encontrar un nuevo pasatiempo, retomar un pasatiempo antiguo o probar cualquier cosa que le atraiga.
Aceptar sus sentimientos y hablar de ellos: A veces nos resistimos a nuestros sentimientos por culpa de cómo creemos que “deberíamos sentirnos”. En lugar de sentirse culpable por sus emociones, acepte que cuidar es difícil y que usted es humano. Reconozca sus sentimientos y hable sobre ellos con un amigo de confianza, un miembro de la familia o un consejero. Hablar puede ser energizante y una forma muy efectiva de liberar el estrés.
Dedicar tiempo para mantenerse sano: Para cuidar lo mejor posible a todos los que dependen de usted, debe asegurarse de estar mental y físicamente saludable. Comer alimentos nutritivos, dormir lo suficiente, ir al médico con regularidad y hacer ejercicio forman parte del mantenimiento de la salud. Incluso una pequeña cantidad de ejercicio puede proporcionarle un impulso de hormonas que lo hacen sentir bien.
Amplíe su red de apoyo: Contar con una red de apoyo sólida a la que recurrir es útil y puede brindarle paz mental. Amplíe su red de apoyo al convertirse en miembro de un grupo de apoyo, un grupo de defensa o un grupo social para cuidadores (es bueno saber que no está solo). Para quienes no pueden viajar, los grupos de cuidadores en línea también pueden proporcionar alivio y apoyo.
Mantenga una vida social y no deje de hacer las cosas que disfruta: No renuncie a las actividades que son importantes para usted. Encuentre la manera de incorporarlas a su vida muy ocupada. Es importante construir y mantener vínculos con otras personas que puedan aportar alegría a su vida.
Aproveche los recursos: Algunas comunidades ofrecen servicios de cuidado, centros de cuidado diurno para adultos o atención a domicilio. Busque los recursos en su zona y aproveche estos servicios para descansar y reponer fuerzas.
Esté atento a los signos de depresión y ansiedad: Si observa signos de depresión o ansiedad en su rutina diaria, hable con un amigo, un ser querido y/o un consejero.
Los recursos disponibles para apoyar a los cuidadores incluyen:
- Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Cuidadores
- El Centro de Excelencia de Salud Pública para el Cuidado de la Demencia
- Alianza de Cuidadores Familiares
- Centro de Recursos para Cuidadores
Si está luchando contra la depresión y se encuentra en una situación angustiante, también puede llamar a:
- Línea de ayuda de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA): 800-662-4357
- Línea Nacional de Prevención del Suicidio: 800-273-8255
- Samaritanos: 877-870-4673
- Red Nacional de Línea de Ayuda Hopeline: 800-442-4673
- Línea de Crisis para Veteranos: 800-273-8255