Consejos para detectar y prevenir el agotamiento del cuidador
Cuidar a un ser querido puede ser un modo de vida gratificante y exigente, pero el cuidado personal tiene una importancia fundamental para evitar el agotamiento. A veces, puede ser muy fácil hacer a un lado las propias necesidades cuando se cuida a un ser querido. Si no tiene tiempo para descansar, relajarse y renovarse, las diversas complicaciones relacionadas con el cuidado pueden acumularse hasta llegar al punto en que le resulte difícil hacer cualquier cosa, y más aún cuidar a su ser querido. Tomarse tiempo para cuidar su propia salud física y mental es tan importante como asegurarse de que su ser querido tome los medicamentos o llegue a una consulta médica a tiempo.
¿Qué es el agotamiento?
El término “agotamiento” se usa para referirse al cansancio extremo y la falta de interés en el trabajo o las responsabilidades como consecuencia de un estrés crónico.
¿Cuáles son los síntomas del agotamiento?
Estos son algunos de los signos de agotamiento:
- ansiedad, depresión o irritabilidad
- sensación de cansancio incluso después de haber dormido
- disminución de las actividades de ocio
- mayor sensación de resentimient0
- aparición de problemas de salud nuevos o empeoramiento de problemas de salud existentes
- dificultad para concentrarse
- incapacidad para cumplir con otras responsabilidades
¿Cómo puede evitarse o tratarse el agotamiento?
Tómese tiempo para relajarse todos los días: Destine al menos 30 minutos por día a hacer algo que lo relaje y lo despeje. Puede ser sentarse a leer un libro en el sofá o ir a hacerse una pedicura.
Acepte la ayuda que le ofrecen: Cuando sus amigos o familiares ofrezcan ayudarlo de cualquier manera, acepte la ayuda y asígneles una tarea sencilla. Hasta las tareas más pequeñas pueden aligerar la carga.
Encuentre el sentido: Es importante que pueda llevar a cabo otras actividades que sean significativas para usted. Aprenda a meditar, únase a un club, adopte un pasatiempo nuevo o retome uno viejo o haga cualquier actividad que le interese.
Acepte sus sentimientos y hable sobre ellos: A veces, luchamos contra nuestros sentimientos porque ciertas emociones nos hacen sentir culpables. En lugar de sentirse culpable por sus sentimientos, acepte que cuidar a un ser querido es difícil y que usted es un ser humano. Reconozca sus sentimientos y hable sobre ellos con un amigo de confianza, un familiar o un consejero. Hablar puede hacerlo sentir mejor y puede ser una forma efectiva de liberar el estrés.
Tómese tiempo para mantenerse saludable: Para cuidar a su ser querido de una manera óptima, debe asegurarse de gozar de una buena salud física y mental. Comer alimentos nutritivos, dormir lo suficiente, consultar al médico periódicamente y hacer ejercicio son maneras de cuidar la salud propia. ¡Hasta el ejercicio más leve puede liberar las hormonas necesarias para sentirse bien!
Amplíe su red de apoyo: Contar con una red de apoyo sólida es útil y puede brindar tranquilidad. Únase a un grupo de apoyo u orientación, o participe en un grupo social para cuidadores (es bueno saber que no se está solo) para ampliar su red de apoyo. También hay grupos de apoyo en línea que pueden ofrecer ayuda y comprensión en caso de que no pueda viajar.
Tenga una vida social y no deje de hacer las cosas que disfruta: No abandone las actividades que son importantes para usted. Encuentre una manera de incorporarlas en su vida. Es importante crear y mantener relaciones con otras personas que le alegran la vida.
Aproveche los recursos: Algunas comunidades ofrecen servicios de cuidado, cuidado diurno para adultos o asistencia domiciliaria. Averigüe los recursos que se ofrecen en su área y aproveche estos servicios para poder descansar y recargar energías.
Esté atento a los signos de depresión y ansiedad: Si nota signos de depresión o ansiedad en su rutina diaria, hable con un amigo, un ser querido o un consejero.
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