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Cuidados en el hogar: 4 consejos útiles para el manejo de la incontinencia

por:Publicado16 de Noviembre de 2016Sin Comentarios
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Cuatro consejos útiles para los cuidadores

Aproximadamente 90 millones de cuidadores en EE.UU. brindan cuidados en el hogar a familiares o amigos de edad avanzada o que presentan alguna discapacidad o condición crónica. El manejo de la incontinencia de un ser querido puede ser complicado. La incontinencia es una de las tres razones principales por las que las familias interrumpen los cuidados domiciliarios y llevan al ser querido a una institución de cuidados.

Independientemente de si usted es un cuidador novato o experimentado, llegar a tener un buen manejo de la incontinencia puede parecer abrumador. Publicamos aquí algunas recomendaciones útiles para el manejo de la incontinencia de un ser querido en el hogar.

  1. Analizar el tema de la incontinencia con su ser querido

No existe una forma sencilla de abordar el tema. Al comienzo puede resultar angustiante o incómodo, ocasionando mucha ansiedad en los cuidadores y en los seres queridos. Como cuidador, su rol es ser útil, por lo que ayuda si es visto como un defensor y no como un adversario. Intente plantear el tema de manera informal, generando empatía y frontalmente. Es importante recordar que la incontinencia no tiene que ver con ser obstinado, querer fastidiar o perder el control; en verdad es un tema médico.

Antes que nada, tenga en mente cuál es la meta al iniciar la conversación: el primer paso en el manejo de la incontinencia incluye tener una evaluación del problema por parte del médico. La incontinencia puede deberse a diferentes razones, entre ellas infecciones urinarias, la medicación o problemas de próstata, y en muchos casos puede ser tratada y mejorada. Al contar con un médico que evalúe y realice un diagnóstico preciso del trastorno, usted no solo se asegura de que su ser querido reciba el tratamiento apropiado, sino también se consolida como una persona que brinda apoyo.

  1. Analizar la incontinencia con su proveedor de cuidados de salud

La incontinencia es un trastorno habitual, que afecta a aproximadamente 25 millones de estadounidenses adultos. Sorprendentemente, dos tercios de las personas entre 30 y 70 años nunca hablaron de la salud de su vejiga con el médico. La incontinencia debe ser analizada con un profesional de cuidados de salud, como lo es el médico que atiende a su ser querido. Este profesional analizará los síntomas y podrá pedir más análisis o derivar al paciente a un especialista antes de hacer un diagnóstico. Una vez realizado el diagnóstico, se podrán recomendar diversas opciones de tratamiento que ayudarán a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de su ser querido. Estas opciones pueden incluir cambios en la dieta, cambios en el entorno, ejercicios de Kegel, añadir o suprimir medicamentos, reentrenar la vejiga, cirugías o el uso de productos absorbentes.

  1. Realizar pequeños cambios en la casa

Los cambios ambientales en el hogar pueden ayudar a reducir accidentes y mejorar el manejo de la  incontinencia. Las personas que tienen dificultades para levantarse de la silla o salir de la cama pueden estresarse al hacerlo, poniendo presión en la vejiga. Sumar soportes robustos o pasamanos cerca de la silla o de la cama puede ayudar a la persona a ponerse de pie sin tanto esfuerzo. Las sillas de elevación también puede ser una opción apropiada para ayudar a la persona a levantarse con mayor facilidad.

Organizar un trayecto despejado hasta el baño también puede ayudar a reducir los episodios de incontinencia.  Realice caminando el trayecto más directo que su ser querido debe recorrer hasta el baño, y quite todos los trastos, muebles o alfombras que puedan estorbar. Verifique si hay luz suficiente para iluminar el recorrido hasta el baño. Colocar luces de noche de manera estratégica o adhesivos que brillan en la oscuridad pueden ayudar a iluminar el camino al baño durante la noche.

  1. Llevar un registro

Mantenga un registro de las visitas al baño. Cada vez que su ser querido vaya al baño, anote la hora y la cantidad que orinó (poco, normal, mucho). Esto le permitirá a su familiar desarrollar un patrón, y lo ayudará a usted a establecer un horario para ir al baño que satisfaga las necesidades físicas y reduzca la posibilidad de accidentes. Esto también le brindará a usted un “diario” de incontinencia que podrá mostrarle al proveedor de cuidados de salud.

Un buen horario de inicio para ir al baño es ni bien se levanta de la cama, y luego cada 2 horas durante el día. También ser recomienda ir al baño antes de las comidas o de realizar alguna actividad. Después de unas semanas, aumente el tiempo entre las visitas al baño, hasta que su familiar se sienta cómodo de acuerdo a sus necesidades. Cada vez que él vaya al baño, asegúrese de que tenga el tiempo necesario para vaciar la vejiga. Si la vejiga no se terminó de vaciar, esto puede aumentar el riesgo de infección urinaria, y también el riesgo de un episodio de incontinencia.

Información suministrada por National Association for Continence, Caring.com y The Caregiver Partnership.

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