Cuando cuidamos en el hogar a un ser querido con movilidad limitada, las medidas de prevención para evitar las úlceras por presión (también conocidas como escaras) son una parte importante de la rutina diaria.
Con frecuencia, las escaras afectan a personas que han estado postradas en cama o en silla de ruedas por un período prolongado. Básicamente, una escara es una zona de la piel que se deteriora por la presión constante que se ejerce contra ella.
Las zonas más comunes donde se pueden aparecer escaras son aquellos lugares del cuerpo donde la piel está cerca del hueso, como los talones, codos, tobillos, hombros y la región posterior de la cabeza. Otras zonas afectadas pueden incluir los glúteos y las caderas.
Lo que convierte a las escaras en una situación complicada es el hecho de que éstas son difíciles de curar, especialmente en las personas de edad avanzada y en aquellas con diabetes o problemas circulatorios. Como regla, es mucho más sencillo enfocarse en la prevención que en el tratamiento para lograr el bienestar y comodidad del paciente.
Consejos para la prevención de escaras:
• Rotar la posición del paciente cada 2 horas (como mínimo) para aliviar la presión, o antes si el médico o pediatra lo aconsejan. Crear un esquema horario de rotaciones para que el cuidador pueda seguir fácilmente
• Pruebe utilizar una colchoneta, almohadilla de goma espuma, piel de cordero o almohadón para silla de ruedas a fin de reducir la presión
• Revisar la piel diariamente y seguir una higiene adecuada para mantener la piel limpia
• Prestar especial atención a las zonas donde suelen formarse las escaras. Observar las zonas enrojecidas que no se vuelven blancas con la presión.
• Una nutrición correcta hace la diferencia. Ofrecer un plan de comidas equilibrado con calorías adecuadas para un óptimo estado de salud. La ingesta adecuada de líquidos es fundamental para mantener una hidratación apropiada
Comuníquese con el proveedor de cuidados de salud si observa que se ha formado una úlcera o ampolla en alguna zona de la piel. Una vez infectada, las bacterias pueden diseminarse al resto del organismo y causar problemas graves.
Algunos signos de escaras infectadas pueden incluir:
• Olor fuerte que proviene de la escara
• Enrojecimiento o sensibilidad alrededor de la escara
• Piel caliente e hinchada cerca de la escara
• Fiebre, debilidad y confusión son síntomas de que la infección puede haberse diseminado a la sangre o a otras partes del cuerpo
Al igual que con cualquier otra inquietud referida a la salud, siempre es mejor consultar al médico para que realice una revisión exhaustiva de la zona afectada.
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